Blanco, Eliminatoria diferente, sobre el papel un equipo muy superior, el Meazza lo confirmaba, pero el Inter salía vencedor en la adversidad, pudo ser goleado, ganó 2-1 y lo dejó todo abierto para la vuelta.
El partido empezó igual que el de la ida con los de Londres dominando y llegando, poderío e intensidad para destrozar a un Inter que salía con un falso 1-4-3-3, quien conoce a Mourinho sabe que se maneja a caballo entre el 1-4-4-2 y el citado 1-4-3-3, todos sus jugadores dominan los dos esquemas a la perfección, automatismos y velocidad en el cambio. Con eso jugó el luso, en el repliegue usaban el plan A de la Calcio, 1-4-4-2 con las dos líneas de cuatro muy juntas para estar a la expectativa, en ataque afloraba el plan B, ese que poco o casi nada hemos visto en liga, Snejider entre líneas dos puntas cayendo a bandas y el del centro en ruptura constante. Los blues apretaban pero no ahogaban, pudo llegar el primero, Eto’o tiraba de coberturas contra Zhirkov, pero el partido se estancó, el Inter se dio cuenta de que a medida que avanzaba el crono, los de Ancelotti se ponían más nerviosos, fueron perdiendo intensidad y posesión para dar paso a la segunda parte…
Estar en el vestuario italiano durante la sesión motivadora de The Special One hubiera sido increíble, cambio la cara del partido, asumió el rol de dominador, nadie se escondía, posesión para desesperar y golpear al rival con contundencia, Mourinho jugó con el tiempo, cada segundo que pasaba le daba más ventaja, Carletto sin respuesta, su cara era un poema, el equipo había pasado de jugar con intensidad Premier a ahogarse en las preocupaciones, era difícil reflotar la nave, cambió a Zhirkov y Ballack por Joe Cole y Kalou, pasó a un 1-4-3-3, descuidar el lateral era un precio que se podían permitir perfectamente, entonces llegó el gol del Inter, Eto’o firmó la sentencia, como dice un buen amigo el camerunés siempre está en las grandes citas. Pandev imperial en la oscuridad, se habla de Snejider, pero el trabajo oscuro que realizaron tanto el macedonio como Cambiasso fue determinante, el balón no salía, se atascaba, la presión mataba a un Chelsea que en cualquier otra condición hubiera dado una respuesta contundente, balón directo a Drogba desde la portería e iniciar en segunda línea, ayer las ideas no venían, nada salía ni tenía sentido, Samuel pareció de verdad un muro y Lúcio desesperó a un Didier que vio como era expulsado en su desesperación.
Enfado y frustración recorrían la faz del técnico italiano, nunca se vio fuera, la ida fue un tropiezo, se encontró con los árbitros y un Mourinho capaz de vencer en las penurias, en Champions no se puede fallar, el que tiembla tiene un pie y medio fuera. Solo hay que ver, tres favoritos absolutos han caído por el mismo mal…
Un abrazo.
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Buen artículo. Enhorabuena
Borja Pardo
Don Balón / Football Vintage