El 11 de Blanco

La Fiore se lo juega todo a cara o cruz, partido clave en el Viale la semana que viene, la escuadra que dirige Prandelli debe no perder ante un Sporting de Lisboa capaz de cualquier cosa.

Quedarse fuera de la Champions es penalizar seriamente, dos plantillas de perfil medio, igualdad máxima, un Sporting que tiene una calidad impresionante en ataque, pero en cuanto bajamos un poco las líneas vemos la irremediable realidad de un equipo que sigue sin invertir demasiado en esa parcela.

La Fiore no es la misma que el año pasado, Melo por Zanetti no es nunca un buen cambio, un equipo que sufre mucho en fase defensiva, el repliegue es lento y las líneas a veces están muy separadas, errores que hacía menos visibles el bueno de Melo. En la zona de creación conservan toda la pegada del año pasado, Montolivo con un criterio y unas condiciones que crecen día a día y entre líneas el rumano Mutu. En la delantera un Gilardino que no rindió en Milán, pero en Florencia recuperó su olfato y su capacidad goleadora, son los principales argumentos de un equipo que hizo caja y no supo reforzarse.

El Sporting sigue siendo el que era, el que vino a España a recibir sendos castigos del Barcelona y del Madrid, realmente es una plantilla muy parecida a la de los viola, una zaga nefasta que ve como Veloso subsana sus errores una y otra vez y un ataque en el que Moutinho del que hablábamos no hace mucho, lleva la batuta a las mil maravillas.

Empate a dos goles en el Alvalade, un resultado que beneficia al equipo transalpino, pero que no representa un final para esta eliminatoria, una vuelta dolorosa para dos equipos que viven de estar en el candelero, uno busca ser la cuarta potencia en Italia el otro ser la primera en Portugal y para eso se necesita jugar la Champions League, si no lo haces pasas a competir en igualdad de condiciones con Roma, Lazio, Napolés y Génoa, la “otra” lega.

Un abrazo.