El 11 de Blanco

Hace 5 años que Mourinho ganó la Champions con el Oporto, recogió los bártulos y montó su cuartel en un Chelsea hecho a su imagen y semejanza, todo lo que el quisiera para alzarse con la Premier. La misma noche de la consecución del título, Abramóvich exultante, le comentó ¿sabes lo que quiero no? Quería la Champions, el mismo José la ansiaba, era un matrimonio perfecto, la copa debía ser de Londres.

Pero el destino nunca es como lo planificamos, un Liverpool inspirado aguo la fiesta a un Abramovich, que empezaba a cansarse de poner los millones y que el “chico” de las portadas fuera el bueno de The Special One, todo se truncó (un día hablaremos de la intra-historia, de todo lo que ocurrió y lo que precipitó la salida del portugués) y Mourinho emigró a Italia.

Llego a Milán con un único sueño, volver a ganar la Champions, hacer historia en el mundo del fútbol, pasar a ser recordado entre los grandes que cambiaron este deporte (Cruyff y Sacchi si hablamos de la historia moderna). El primer año ha sido mediocre en este sentido, por un lado, una plantilla descompensadísima, demasiados perfiles solapados, pero a la postre un único 11 posible, y esto quieras que no, mina la competitividad del equipo, jugadores que saben que serán titulares hagan lo que hagan, y otros que jamás deslumbrarán al portugués. Un equipo espectacular para competir en Calcio, pero de nivel bajo o medio para hacerlo en Europa y esto en parte era culpa del propio Mourinho.

Mancini, Quaresma y Muntari, los dos primeros un fracaso que no ha hecho más que enturbiar el ambiente en el vestuario, recordemos como Quaresma era cambiado en los descansos para evitar ser abucheado en el Meazza. De Muntari nada que objetar, un jugador diferente, potente, hábil en el corte, disciplinado tácticamente, vamos el perfil Mourinho para un mediocentro recuperador, muy hábil para moverse entre transiciones, no es un gran pasador, pero lo suple en fase ofensiva con su habilidad para conducir y su disparo desde larga distancia con la zurda.

Tres fichajes que el nunca vio suficiente, el día que le tocó bailar con Ferguson en la Champions, se dio cuenta de que todo había terminado, un equipo que sumaba calidad diferencial, desequilibrio y suerte, contra su escuadra, un grupo que vendía humo, pero que no era capaz de competir con intensidad Premier. Antes de acabar el año volvió a montar su función, se reunió con Moratti, entonó el “mea culpa” por Quaresma y Mancini, y le dijo que o traía a quien el pidiera o cogía la puerta y se iba.

Hasta el día de hoy han salido: Crespo, Cruz, Figo, Maxwell e Ibrahimovic.

Mourinho quiere volver al plan inicial, creyó poder convertir a Zlatan en un Drogba con más clase y fracasó, el sueco es un jugador único, con un carácter similar al del portugués, un binomio que estaba condenado a divergir para esta temporada.

Han llegado: El cedido Arnautovic del Twente holandés, si juega un mínimo de partidos se convertirá en jugador del Inter; Diego Milito y Motta Genoa; Samuel Eto’o del Barça y Lucio del Bayern.

Fichajes de calidad, Motta viene a competir un puesto en las rotaciones con Muntari y Cambiasso, un perfil necesario, el año pasado el que entraba en las rotaciones era un Viera que ya no daba la talla para jugar en un club Champions. Entender este perfil es entender a Mourinho, quiere a Cambiasso y Muntari para los choques clave, pero Motta será necesario para la Coppa y la Serie A, si divides esfuerzos, al final no lo pagas, si no lo haces, bueno, ya sabemos como acabo la cosa el año pasado.

Luego llegan tres delanteros, el austriaco es una prueba, si no sale bien no pasa nada, si sale bien el Inter acaba de fichar a un delantero de futuro low cost. Milito es el 9 italiano por excelencia, mucho gol, disciplina y respeto a la jerarquía del equipo, dominio de las defensas rivales, fija la marca, sabe caer a bandas, segunda jugada + búsqueda de definición y es el complemento ideal para un delantero como Samuel Eto’o, la gran estrella de este Inter. Normalmente en Italia las defensas son cerradas, se necesita un delantero con una gran habilidad para el control orientado y esto lo tiene Diego, Eto’o es todo lo contrario, letal con espacios y se apaga si se le defiende encima, The Special One lo tiene claro, con el camerunés, las transiciones serán eléctricas, balones al espacio, conducciones de muchos metros para buscar la espalda de la defensa, y en eso el mejor del mundo es Samuel Eto’o, el salto Champions que necesitaba el Inter para poder competir con garantías en Europa.

También llegó Lucio, que atiende a la necesidad de un central expeditivo, capaz de incorporarse en ataque y fuerte en el juego aéreo, tiene buen desplazamiento en largo y veteranía, viene a sumar calidad a una plantilla que necesitaba rotar un poco en defensa, aumentar las posibilidades.

Falta el último en llegar, si pueden ser dos mejor, Mourinho ha sido claro, el año pasado salió mal con Quaresma y Mancini, pero el equipo sigue necesitando un mediapunta con capacidad para jugar de interior, alguien capaz de competir el puesto con Stankovic. Suena el holandés Snejder, la verdad es que da con el perfil a la perfección, su primer año en el Madrid así lo testifica, pero la operación tiene todos los visos de truncarse, primero porque al holandés no se le mueve ni con agua caliente, y segundo por la rumorología Bundesliga. Quizás estemos hablando de la posición más complicada de fichar en el panorama futbolístico a día de hoy, nada bueno y barato, escasea en el viejo continente y sale a precios altos.

Desde El 11 aconsejamos a João Moutinho, puede moverse en los tres puestos de creación y enganche, mucho 1x1, visión de juego, desborde y velocidad. ¿Las pegas? Es un fichaje arriesgado, no sabemos como responderá el chaval a tamaño salto, tiene poco cuerpo y su precio en torno a los 20 millones.

Un abrazo