El 11 de Blanco

Se inicia una carrera en pos de la liga, semana tras semana viviremos la misma cantinela, si el Madrid pincha el Barça se pone a ocho y finaliza el campeonato. Mirar el partido de Coruña es dar otra vuelta de tuerca, la semana pasada vimos como Pellegrini volvía a iniciar el conformado de un sistema de juego… Toda la banda para los laterales, todos las líneas en filas de a dos y Guti colapsando en fase ofensiva a los mediocentros, lo que viene a ser una gran T, la vuelta del cuadrado mágico de Wanderlei… Total, que pasó de jugar con extremos, siempre una banda ocupada, Kaka’ entre líneas, dos mediocentros puros a la gran T.

En Riazor, quizás por las bajas vimos un nuevo Madrid, Xabi Alonso solo en la medular, con Guti y Granero de falsos interiores, Kaka’ de mediapunta y Benzema – Raúl como pareja de ataque, un claro 1-4-1-3-2, de nuevo cambios en los automatismos, para tener de verdad dos laterales específicos como son Marcelo y Arbeloa, y una pareja de centrales novedosa, Ramos y Albiol. Un equipo para tener el balón en fase ofensiva, Xabi y Guti aportando la pausa y Granero y Kaka’ moviéndose entre líneas y en segunda jugada.

Lo sorprendente fue el once de Lotina, cambio de principios, quizás la característica más obvia del Depor de esta temporada es su contundencia defensiva, un equipo que achica y juega sin espacios a la perfección, y que salió con un delantero como es Adrián nacido para la contra y un mediocampo de posesión. Valerón es un grande, juega como los ángeles, pero mató las transiciones ofensivas, pasó del relámpago que debía ser a un temporizador mortal. Lotina salió a tener el balón y lo peor que puedes hacer para jugar contra este Madrid es darle espacios a tu espalda, comenzaron los contragolpes y el Real se puso 0-2 fácil, con un Guti propio de la esfera galáctica de antaño.

En la segunda parte Lotina hizo la lectura, cambió a Valerón por Iván Pérez, el Depor pasó a presionar, tirar de contra y jugar al espacio. La batalla del centro del campo calló hacia el conjunto gallego, tres para dos. Pero el destino ya estaba sellado, un equipo indolente ante un Madrid que aunque erraba conseguía atacar y dominar con soltura, casi como nunca lo había hecho este año.

Llegó el gol del Depor, excelente partido del sustituto de Valerón, penalti y el 1-2 ponía de nuevo el choque en el candelero, un equipo que había conseguido entregar el balón para permitir que el Madrid atacara en estático, y contagiar a la hinchada finalmente. Cuando parecía que podía caer el 2-2, gol de Benzema y el 1-3, hacía justicia en el marcador…

Si tenemos que quedarnos con algo, me quedaría con el gran partido de Ramos como central, hacía años que no lo veíamos tan seguro en ninguna posición. Pero una cosa es segura, este Madrid no ha ganado hoy al mejor Depor, recuerda un poco a la previa contra el Zaragoza, parecía que llegaba muerto el Madrid y el partido lo resucitó en los Mass Media, nada más que humo e incoherencias. Este Madrid como me decía un buen amigo, no ha sido mejor que cualquiera de los anteriores 18, simplemente hoy el Depor, no fue el Depor.

Un abrazo.