Primera parte para olvidar, los fantasmas de los últimos dos partidos se conjugaron en el Mercedes-Benz Arena, salida de balón deplorable unida a una asfixiante presión de un equipo que sabía que en ello radicaba su única oportunidad, dos líneas muy juntas para impedir que la gente de los espacios viviera tranquila y un pressing selectivo para redondear la fiesta.
Este equipo nota sobremanera la falta de Alves, cuando batir línea se convierte en un imposible la conducción en la salida muere por la inoperancia de un Puyol limitado en lo ofensivo y un Maxwell que nunca fue lo que el equipo necesita, Márquez falto de ritmo, presión a Piqué, la decisión se tiene que tomar en décimas de segundo, error en el pase en largo, búsqueda de complicaciones innecesarias, la única salida viable era retrasar a Valdés, cosa que por desgracia no se hacía demasiado…
Messi desconectado, siempre uno con él, sacrificaban un mediocentro para impedir que el argentino recibiera con comodidad, el otro mediocentro con Xavi, dejando a Busquets solo, que terminó por darse cuenta y hacer una lectura de partido que comenzó a dar algunas superioridades al Barcelona, 1-0, pero pudieron ser más, el Stuttgart pierde cuando no consigue matar, la falta de gol lo precipita todo, nadie busca el remate, todos levantan la cabeza y miran las líneas de pase, tan solo cuando el balón sobrevuela el área denotan confianza.
Plan b, Touré para ayudar en la salida de balón, no llegó a verse en demasía, la suerte del campeón golpeó una vez más e Ibra firmo el 1-1, nuevo partido. Una losa de repente calló en las espaldas de los alemanes, correr y presionar ya no bastaba, el Barça acababa de meter un gol clave en la eliminatoria.
Milito por Márquez y Henry en ruptura fueron argumentos suficientes para traer una victoria a España, la primera línea de presión era batida sin dificultad por un Milito estratosférico y Henry recorriendo la banda generaba superioridades para que los de segunda llegada cogieran el espacio y se formara por fin un hueco en la línea de dos del Stuttgart, si Messi, Iniesta y compañía hubieran estado entonados hablaríamos de goleada. La vuelta, nunca es fácil, pero el pase de ronda está prácticamente finiquitado.
Un abrazo.
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Buena lectura del partido.