El 11 de Blanco

Choque de conceptos, dos entrenadores que entienden este deporte de manera distinta, pero los une el mismo fervor. El Inter optó por un 1-4-4-2 en rombo con Snejder en el vértice, en fase defensiva el objetivo era juntar dos líneas (4-3) para dificultar la creación culé, delante Etoo’ y Milito “turnándose” para caer a la banda, la premisa era clara, presionar a Piqué para que la salida de balón la efectuase Puyol y así evitar el que el Barça pudiera batir líneas, un 2 para 2 con los centrales.

Mourinho dio un uso asimétrico a las bandas en fase ofensiva, cuando Etoo’ ocupaba su banda, subía el lateral contrario por la otra, creando un falso 1-4-3-3. A medida que avanzaba la primera parte, veía como la única opción de asestar una puñalada al Barça era en una recuperación en primera línea, o un certero balón al espacio, para que o bien Milito o bien Etoo’ hicieran las delicias del público milanes.

Guardiola, siempre fiel a su libreto, su ya clásico 1-4-3-3, pero dotó al equipo de mucha recuperación y apoyos defensivos con Keita y Touré como condimento para Xavi, Ibrahimovic como 9 de referencia, pero poco a poco el plan A tuvo que dar paso al plan B de la pasada campaña, Messi como falso 9. Al no poder salir con comodidad desde primera línea el Barça optó por dar uso de los laterales o bien que Touré o Keita bajaran a recibir.

Messi como falso 9 es una receta muy bien preparada, es un jugador que no puede ser tomado como referencia en la marca por los centrales y que además baja líneas para focalizar el juego, dándole más protagonismo al juego interior de Xavi, como contrapartida con respecto a la pasada campaña pierdes a Zlatan, que en la banda se ahoga, hay que darle tiempo, adaptarlo al sistema y esperar a que se generen los automatismos necesarios, mientras tanto, Messi marcando diferencias en el 1x1, y aprovechando las diagonales de Henry para incendiar la zona de ¾ del Inter. Al acabar la primera parte la sensación fue que ambos cometieron errores, pero en el intercambio de golpes, el Barça resultó claramente superior.

La segunda parte fue un despropósito para el Inter, Mourinho retrasó a Motta para acabar con el “plan B” de Pep, y la presión de los puntas terminó, ensayo una y otra vez sobre soluciones, para un paciente que ya estaba muerto. A partir de ahí, el Barça jugó con comodidad, Piqué batiendo líneas, Zlatan jugando como 9 y Messi y Thierry destrozando la defensa milanesa en el 1x1.

Resultado demasiado ventajoso para un Inter que terminó pidiendo la hora y acumulando gente por detrás del balón e injusto para un Barça que hizo mucho, pero no lo supo rentabilizar.

Un abrazo.